En la Patagonia, a orillas del lago, entre cumbres nevadas nace en 1997 Valleverde Patagonia, una pequeña empresa familiar cuya pasión es la preparación de productos gourmet, hongos y conservas vegetales.
Fieles a nuestro origen, nuestro desafío es elaborar productos sin agregar ningún tipo de aditivos, conservantes ni colorantes, es decir, totalmente naturales.
Buscamos mantener todas las propiedades de sus ingredientes, sus colores intensos, los sabores puros y sus aromas cautivantes de manera natural y segura.
Desarrollamos líneas de trabajo siempre con vistas al futuro y adoptando tecnología de punta con los más altos estándares internacionales.
Materias primas nobles, procesos de elaboración artesanales, recetas tradicionales y una innovación continua hacen que nuestros productos sean puros, genuinos e inigualables.
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RESPETO POR EL AMBIENTE
Nos encontramos en la Patagonia, dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi, zona protegida por su encanto natural y el equilibrio con la naturaleza.
Siempre impulsados por nuestra pasión crecimos y mejoramos nuestros procesos basados en la economía circular, teniendo en cuenta la importancia de respetar nuestro ambiente y disminuir el consumo energético.
Tecnología de alta eficiencia, reciclado de embalajes, compostado de residuos, todo impacta directamente en nuestra oferta y nos
hace quienes somos.
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RESPETO POR LAS PERSONAS
Creemos que la verdadera diferencia en el trato con nuestros clientes está en nuestra gente.
Trabajamos con profesionalismo y experiencia, cada uno de nosotros da lo
mejor de sí. En producción lo hacemos a conciencia, cuidando los recursos y
optimizando los procesos.
Con nuestros proveedores, clientes y consumidores, cultivamos relaciones directas y sinceras, escuchando cada caso, encontrando respuestas a cada desafío y aconsejando lo mejor para cada situación.
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NUESTRA FUENTE DE INSPIRACIÓN
Abocados a lograr la excelencia y con el afán de transmitir esos pequeños placeres que nos regala la vida comenzamos a pedir secretos.
Noches en refugios de alta montaña donde la camaradería tiñe toda
conversación; cabalgatas por la estepa, árida y feroz; noches en carpa con amigos, fogones interminables con relatos llenos de alegría; almuerzos en la nieve, travesías en esquí, paseos por el bosque y salidas a pescar, solo por citar algunas, son nuestra fuente de recetas.
Recetas tradicionales donde cada uno aporta su experiencia y las convierte en algo único. En algo lleno de magia y encanto. En su tesoro para compartir con los demás.
Cuidando nuestro lugar, generando el mínimo impacto posible y manteniendo los más altos estándares de calidad buscamos compartir los sabores de nuestra Patagonia.
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NUESTRO APORTE A LA CULTURA
En la entrada a nuestro predio construimos el Museo de los Viajeros, un espacio que cierra nuestro ideal de cuidado de la naturaleza, resguardo de la historia, educación alimentaria y promoción de la cultura.
En 1915 nuestro tatarabuelo Melitón Zabala junto a su familia pasaron por Bariloche en un viaje rumbo a Chile.
Fue así que conocieron nuestra ciudad y se alojaron en el Hotel San Carlos.
100 años después decidimos replicar el hotel y dedicarlo no solo a describir cómo se viajaba y cómo era el Bariloche de aquel entonces, sino también a mantener viva la historia de todos aquellos que alguna vez viajaron, por placer o por trabajo, por gusto o por necesidad, por algunos días o para siempre.
Es nuestra intención rescatar esas historias y realizar un aporte a la comunidad al ofrecer un espacio de valor cultural, social y turístico tanto para los Barilochenses como para los miles de visitantes que llegan anualmente a nuestra ciudad.
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Aquí también se ve la marca de nuestro amor por la naturaleza, la parquización se ha llevado a cabo con especies autóctonas, desde especies que algún día alcanzarán dimensiones gigantescas como los Alerces hasta pequeñas orquídeas como las Violas. Ñires, coihues, cipreses, arrayanes, coirones, chauras, cada uno aporta sus particularidades a la biodiversidad.